miércoles, 25 de noviembre de 2009

Antes de hablar


Abro mis extremidades a ella pues su olor me es familiar. Sudor. Espero recibir golpes en la espalda pero nada viene, sólo figuras geométricas frente a mí. Abro los ojos y veo como subo del sitio donde dormía para estar en los brazos de ella. Mi cabeza se postra en su hombro izquierdo, escucho como ella respira. Quiero mover un brazo tal como ese niño, que camina con su madre, lo hace, creo que se llama saludo, pero no puedo. Mis manos apenas se mueven imitando el movimiento rutinario del saludo pero me es imposible dirigirlas tal cual a ella. Cierro los ojos y aparecen las figuras, de entre ellas sale ella que viene por mí pero, ¿Cómo es posible si ahora mismo ella me trae entre sus brazos? Abro los ojos asustado: ella me sostiene entre sus brazos. Hambre. Mi estomago pide comida. Un animal con algo esponjado atrás moviéndose. “Perro mamá” dice el niño. Quiero hablarle al perro pero de mi boca sólo salen sonidos indescifrables para el animal y para ella. Lloro porque soy incapaz de nombrar las cosas como el niño: “avión mamá”, “coche mamá”; mis lágrimas salen y mojan el hombro de ella. Al momento me consuela. Cierro los ojos y de nuevo figuras relucientes aparecen frente a mí. Veo al perro y al niño, tomo leche, pero dejo de mover mi boca y ya no hay más leche, la muevo de nuevo y hay leche. Quiero llamar al perro y al niño pero no me entienden. Los quiero agarrar pero mis manos no responden. Abro los ojos. El niño y el perro no están, sólo está ella. La quiero llamar por su nombre pero no puedo, sólo balbuceo. Lloro. Soy infeliz porque el mundo me domina y estoy a la merced de ella.

Qué fácil es la vida de un bebe- dice la madre- sólo comiendo y durmiendo.

2 comentarios:

Mariel Ardilla dijo...

Hola...gracias por tu post en la cajita de ilusión. Un abrazo desde el sur del mundo

marielrubio

Taяuмвa dijo...

No quisiera ser bebé de nuevo, con toda esa incertidumbre, los pañales, la impotencia... me gustó tu texto. Cool blog.

Cheers!