lunes, 8 de junio de 2009

México inventado. La pintura de Josef Albers como ventana de "lo mexicano" (parte 1).

Fig. 1

Josef Albers, Variant/Adobe, 1948, aceite sobre macosel (o Masonite), 46.085 x 63.818 cm, The Josef and Anni Albers Foundation.



¿Qué tiene que ver Variant/Adobe (Fig. 1) de Josef Albers con el nacionalismo mexicano?
A primera vista, no mucho, pero analizando ciertos aspectos de la vida y obra del artista, se da uno cuenta que es el inicio de ciertos elementos que se presumirán como "únicos" de la nación mexicana.
El nacionalismo es un producto de los Estados-nación modernos. Coadyuva en la choesión de individuos en comunidades imaginadas como únicas en aspectos históricos, culturales, raciales, etc. México, como Estado-nación, también está cohesionado por este mecanismo llamado "nacionalismo". La utilidad es variada, desde conseguir carne de cañon para luchar contra los "extranjeros enemigos", hasta para la atracción turistica. A todo esto repito la pregunta: ¿Qué tiene que ver Variant/Adobe de Josef Albers con el nacionalismo mexicano?

Cuando Josef Albers pisó tierras americanas, a principios de los años treinta del siglo XX, ya había trabajado 4 años en la Bauhaus desde 1929 y hasta su cierre en 1933. En ella, Josef Albers tuvo contacto con figuras clave del arte vanguardista europeo: Vasilli Kandinsky, Paul Klee, Johhannes Itten, Laszlo Moholy-Naggy (maestro de Josef Albers) y Oskar Schlemmer entre otros. Pese a ello resulta interesante que no fue hasta su llegada a América cuando Josef Albers se interesó por un lenguaje abstracto en la pintura, poniendo al color en su forma más pura y haciendo con él formas más abstractas. Fue a partir de 1930 cuando comenzó a crear pinturas abstractas donde buscó simplificar su lenguaje, intentando hallar un vocabulario mínimo y, con ello, incrementar los efectos y el poder de los colores. La emigración y el contacto con otras culturas influyeron en el desarrollo de sus producciones pictóricas y en la simplificación en el lenguaje. Pero sobre todo, fue después del contacto con la cultura mexicana (o por lo menos con lo que el entendió por “arte mexicano”) cuando Josef Albers decidió experimentar con el color. Por ello, el objetivo del presente trabajo es analizar la obra de Josef Albers en relación con las ideas pos revolucionarias de la cultura mexicana y su resultado plástico en la serie Variant/Adobe, hecha por el artista de 1947 a 1956.

ANÁLISIS DE LA OBRA

Variant/Adobe.

Esta obra fue hecha por Josef Albers en 1948 (Fig. 1). Está hecha de aceite sobre macosel (o masonite). Mide 46.085 cm de alto por 63.818 de largo y hoy se encuentra resguardada por la The Josef and Anni Albers Foundation en Nueva York. Se trata de una obra rectangular compuesta por colores ocre, rosa y rojo. Un rectángulo rojo delimitado de rosa, al que se le superpone una línea ocre en la parte de arriba y una forma irregular compuesta por tres rectángulos por la parte baja, se ubica al centro de la obra. Dentro hay dos pequeños rectángulos puestos en forma vertical flanquean por la parte interior los lados del rectángulo. Los volúmenes se pierden y el cuadro acaba por no tener ni profundidad ni fondo preciso debido a que las formas se acentúan por los colores brillantes no mezclados y no por líneas y sombras. Ello le da al color y su interacción con los otros colores el papel primordial en la obra.

A pesar del grado de abstracción, la obra recuerda a las casas de Villa de Alacalá, en Chiapas (Fig. 2, 3), que año con año son pintadas con distintas combinaciones de colores. Variant/Adobe es resultado de las visitas del autor a Chiapas. La obra toca elementos concebidos como parte de “la nación mexicana”. No se trata de un cuadro con figuras reconocibles, temas concretos y aspectos de la cultura mexicana que cualquier conocedor de ella pueda leer a simple vista (por ejemplo un charro y una china poblana bailando el jarabe tapatío) se trata de colores que figuran una casa de Chiapas, México. La pregunta más obvia es ¿Qué tiene que ver el cuadro de una casa con la concepción que Josef Albers tiene de México como una nación? El color. Josef Albers concibe a las producciones culturales mexicanas desde las experimentaciones (y sus resultados) con el color tanto en el arte como en la vida diaria. El arte popular, que según él es más trascendental que su propio arte, contiene resultados pictóricos atrayentes para los proyectos que el artista está desarrollando en esa etapa de su carrera y por ello comienza a pintar casas de Alcalá. La nación mexicana fue digerida por Josef Albers y mezclada con principios pictóricos que el autor trajo de su propia cultura. El auge del arte abstracto en Europa combinado con las producciones prehispánicas y presentes del “arte mexicano” crean un nuevo concepto utilizado en el discurso de lo nacional: las figuras abstractas (contenidas en la arquitectura prehispánica) y el color (contenido en el arte popular), que según Albers, forman parte de la tradición milenaria del arte mexicano.

Pero entonces, ¿Qué aspectos influyeron en la pintura de Josef Albers que volcaron sus experimentaciones hacia la forma y el color? (Continuará...)

Fig. 2 y 3

Casas de Villa de Alcalá y Huistan, Chiapas, fotografías de Mariana Yampolsky.



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